domingo, 8 de julio de 2012

Pese a cómo soy

Al leer Abuelos guardaniños y guardavalores, algunos padres pensarán que les acuso de no cumplir con su deber.  Que Dios me libre de amortiguar el golpe de palabras escritas sinceramente y en buena fe.  De todas formas, debería hacer una confesión:

Entiendo por qué una persona, después de tantos años de preparación para una carrera profesional, dudaría en dejar esta profesión a un lado, quizás para siempre, para volcarse en criar a sus niños pequeños.  Mi gran suerte como escritor es que, si quiero ser fiel a mi vocación para ser artista, tengo que dedicar la mayoría de mi tiempo y energía a otras cosas.  El trabajo de un artista consiste, como cualquier trabajo, en entender y poner en práctica una serie de técnicas, normas y habilidades, pero esto es la parte menor.  Lo principal es entenderse a sí mismo.  Criar a mis hijos, me ayuda precisamente a hacer esto.  Me permite ver, con una claridad que nunca antes he conocido, todos mis defectos y virtudes importantes, y todas mis aptitudes y carencias importantes.  Sin este conocimiento, escribiría peor, menos convincentemente, sobre el asunto que sea.

La gran mayoría de las profesiones no la podemos llevar a cabo si paramos a recrearnos o/y sufrir todos los momentos auténticos y emocionantes de la vida.  Todo lo contrario.  Hay que pasarlos por alto para poder centrarnos en la tarea.  Como artista aspirante, no tengo que elegir entre el uno (el trabajo, la carrera, la productividad) o el otro (la familia, el amor, la profundidad): para mí, el uno es el otro.  Dedico tanto tiempo a la crianza de mis niños pequeños con la intención de hacerme un hombre más competente, completo y sabio, pero con un motivo egoísta: quiero crear arte.  He encontrado el buen camino, pese a cómo soy.

1 comentario:

  1. "Dedico tanto tiempo a la crianza de mis niños pequeños con la intención de hacerme un hombre más competente, completo y sabio"

    Buf, qué frase. Para enmarcar.

    Un abrazo.

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